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Durante cinco temporadas vimos cómo Ferrari fallaba en una asignatura clave, la evolución a lo largo de la temporada, un lastre que impidió a Fernando Alonso levantar su tercer título mundial con el equipo de Maranello (hablo sobre todo de los años 2010, 2012 y 2013, porque en 2011 y 2014 las asignaturas suspendidas fueron varias).
Y las cosas han mejorado muy poco a pesar de los muchos cambios que se han producido en el organigrama de Maranello tras la marcha de Alonso. El GP de Gran Bretaña se ha encargado de poner de manifiesto que los problemas de Ferrari para evolucionar sus monoplazas siguen estando presentes.
Si a principios de año todo el mundo daba por hecho que Ferrari era el segundo equipo de la parrilla, pisándole los talones a Mercedes (alguno incluso lanzó las campanas al vuelo tras la victoria de Vettel en Malasia), lo cierto es que en Silverstone se ha demostrado que el equipo italiano ha perdido terreno en lugar de ganarlo.
Las evoluciones introducidas por Ferrari desde el mes de marzo no han ayudado a recortar la distancia con Mercedes y, lo más doloroso, tampoco han servido para mantenerse por delante de sus perseguidores (las ya famosas peoras de Ferrari).
En Silverstone, el equipo Williams ha demostrado un rendimiento superior a Ferrari y solo su mala gestión desde el pit-wall ha permitido a Vettel pisar el podio. Pero, además de Williams, el rendimiento de los Ferrari en carrera ha estado muy parejo al de Force India y Red Bull, equipos que hace tiempo estaban muy lejos de los monoplazas rojos.
¿Y por qué digo todo esto? Pues para demostrar que la situación de Alonso habría cambiado muy poco de haber continuado en Ferrari. Aunque en McLaren esté viviendo una temporada de transición, en Ferrari tampoco habría tenido opciones de pelear por el campeonato del mundo.
Para seguir igual, mejor arriesgar y confiar en que McLaren y Honda puedan dar con la tecla en 2016 después de una año de transición.
PD. Al menos Alonso ha estrenado hoy su casillero sumando el primer puntito del curso. Proverbio chino: “Un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso”.